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jueves, 14 de julio de 2011

Lealtad sin fisuras



En 1946, Melchor Ferrer proclamaba: «Por si los carlistas jóvenes no me conocen, debo presentarme. Nunca fui integrista, ni fui minimista, ni fui mellista, ni fui de la Unión Patriótica, ni fui cruzadista, ni fui ni soy de FET. Ni alfonsino ni juanista. Carlista soy, carlista desde mí mocedad a las órdenes de Carlos VII el Grande; carlista en el servicio muy cerca del caballeroso Jaime III, carlista bajo el recto Alfonso Carlos, carlista en la disciplina del nobilísimo Príncipe Regente Don Javier de Borbón».

Hoy, 5 de Julio de 2011, Fiesta de San Antonio María Zaccaría , con la precisión que indicaremos en su momento, Núcleo de la Lealtad, vuelve a hacer suyas las palabras que dirigiera el pasado Domingo de Pascua de 2008 :

Proclamamos que nunca fuimos ni seremos de democracias o alianzas nacionales, mucho menos dealternativas o frentes españoles, ni de otras plataformas o movimientos... ni jugaremos a las ligas. No somos ni de derechas ni de izquierdas. Somos íntegramente tradicionalistas: contrarrevolucionarios militantes, católicos a machamartillo, españoles hasta la médula, defensores acérrimos de las libertades populares, monárquicos legitimistas.

Por eso, hoy como ayer, somos los tradicionalistas del siglo XXI frente a los liberales de la “alternativa social cristiana” que «afirman que, efectivamente, las leyes divinas deben regular la vida y la conducta de los particulares, pero no la vida y la conducta del Estado» (condenados ya en 1888 por [León XIII en] la Libertas praestantissimum , 14) y al resto de nuevos europeizadores demócrata cristianos, neoliberales, socialistas, comunistas, tecnócratas, socialdemócratas, y toda laya de cofrades.

El Carlismo  reivindica la gloria de encarnar en el siglo XXI las doctrinas y el estilo humano de los hombres de Las Españas de siempre, pues el Carlismo no es otra cosa que la continuidad pura y simple de nuestras Españas, la pusillus grex, el pequeño rebaño de la Hispanidad, al decir de la Escritura (Lc 12,32).

Los carlistas, ni dícense revolucionarios, ni juegan a llamarse socialistas, ni presumen de demócratas ni de liberales, aunque su sistema político entraña, en verdad, la única transformación social fructífera, la verdadera solución a los desórdenes sociales, el auténtico Gobierno del pueblo y la real garantía de las libertades de cada ciudadano. Los carlistas han llamado siempre y seguirán haciéndolo así a las cosas por su nombre. Y no niegan a Cristo ni a Las Españas, ni siquiera con disfraces de vocabulario demagógico, tan fácil como estéril. Se llaman a sí mismos lo que son: enemigos de las sucesivas fórmulas extranjeras que han sido el absolutismo, el liberalismo, el democratismo, el socialismo y fascismo. Con temple de Caballeros desprecian la demagogia y galantean a la sinceridad política, porque de Caballeros es ir proclamando a todos los vientos la verdad.

Como ayer, como siempre, como cuando hizo falta, por Dios, por la Hispanidad y el Rey Legítimo, somos carlistas a las órdenes del Infante de España S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón , Duque de Aranjuez, Príncipe de Parma y de Plasencia, Antiguo Caballero Legionario, Regente de la Comunión Tradicionalista , Abanderado de la Tradición

Añadimos hoy, por si hiciera falta, 5 de Julio de 2011, Fiesta de San Antonio María Zaccaría, la siguiente clarificación:

El único modo cabal, eficaz y eficiente, de estar a las órdenes del Señor y de la Causa de Dios y España, consiste en estar encuadrados en aquella Secretaría Política que precisamente dispusiera Su Augusta Persona, la formada por Sus Excelencias Don José Miguel Gambra, Don Luis Infante y Don José Antonio Gallego, –cuyas vidas guarde Dios muchos años–, acatando disciplinadamente sus órdenes, fieles al Espíritu de Disciplina del Credo Legionario: “Cumplirá su deber, ¡obedecerá hasta morir!”.

¡Viva el Rey y Viva Su Secretaría Política!

Fdo. El Director de NdL, NMB

CODA

«In manu Dei potestas terrae,
et utilem rectorem suscitabit in tempus super illam».

«La potestad de la tierra está en manos de Dios,
y Él a su tiempo suscitará quien la gobierne útilmente». Eclesiástico, X, 4.

Señora Inmaculada de las gentes de España *

Señora Inmaculada de las gentes de España.
De victoria en Lepanto, de dolor en Rocroi,
rezada a flor de Espadas desde el mar de Corinto
a la ribera virgen del río Paraná.
¡Señora Inmaculada de los indios ingenuos
y del Hidalgo altivo y de la Inquisición!
Como ayer, como siempre, como cuando hizo falta,
España, de rodillas, te ofrece el corazón.

¡Señora Inmaculada del Pilar Jacobeo!
Consuelo de amarguras en empresas de amar.
El fruto que sembraste para la Fe de Cristo
salido de tus manos, ¿no había de granar?
¡Señora Inmaculada del Apóstol del Trueno,
de la hazaña difícil y la tribulación!
Viniste a Zaragoza para salvar a España,
y España, desde entonces, parece una oración.

¡Señora Inmaculada de los Picos de Europa!
¡Cuántos te parecían pues cuanta era su Fe!
Y vino de los cielos tu auxilio y la victoria
del Dios de las Batallas, del Santo, de Yahvé.
¡Señora Inmaculada de esperanzas de Patria!
Se eleva una plegaria de Asturias a Aragón.
Sus ecos en las rocas, los bosques y los muertos
hablaron en romance y hablaron en canción.

¡Señora Inmaculada de la Santa María,
de los vientos propicios y de la tempestad!
Temblando amor de Madre llegaste al nuevo mundo
y el indio fue el hermano y Cristo la Verdad.
¡Señora Inmaculada del santo Misionero,
de los Conquistadores y del Emperador!
Resuena aun el Caribe las voces de Triana
y rezan todavía los indios al Señor.

¡Señora Inmaculada del indio mexicano!
América es España, y España es para ti.
El inca y el azteca cayeron de rodillas
y fue el Ave María caricia en guaraní.
¡Señora Inmaculada de la Rosa de Lima,
de García Moreno, de la persecución!
Son hijos de españoles, amándote nacieron:
no saben de mentira, ni saben de traición.

¡Señora Inmaculada del Valle de los Muertos,
del niño asesinado y el viejo Requeté!
Ganaron la victoria, la sangre y el martirio
de la España de Cristo por la España sin Fe.
¡Señora Inmaculada del muerto por la vida!
En tus brazos de Madre morir es salvación.
Y la semilla santa rebrota en Patria nueva
con ecos del Prudente y voz de Calderón.

¡Señora Inmaculada de la historia de España!
Tú misma nos la hiciste y huele a santidad.
Derrotas son honores, que las guerras de Cristo,
se ganan en el cielo y allí está la Verdad.
¡Señora Inmaculada! Somos aquellos mismos
que siglos defendieron tu pura Concepción.
Como ayer, como siempre, como cuando hizo falta,
España de rodillas, te ofrece el corazón.

Francisco José Fernández de la Cigoña.
* Nuestro gran amigo don Francisco José Fernández de la Cigoña , en sus años universitarios, escribió con amor y con conciencia estos buenos versos.


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domingo, 23 de marzo de 2008

Lealtad sin fisuras


En 1946, Melchor Ferrer proclamaba: «Por si los carlistas jóvenes no me conocen, debo presentarme. Nunca fui integrista, ni fui minimista, ni fui mellista, ni fui de la Unión Patriótica, ni fui cruzadista, ni fui ni soy de FET. Ni alfonsino ni juanista. Carlista soy, carlista desde mí mocedad a las órdenes de Carlos VII el Grande; carlista en el servicio muy cerca del caballeroso Jaime III, carlista bajo el recto Alfonso Carlos, carlista en la disciplina del nobilísimo Príncipe Regente Don Javier de Borbón».

Hoy, Domingo de Pascua de 2008, proclamamos nosotros que nunca fuimos ni seremos de democracias o alianzas nacionales, mucho menos de alternativas o frentes españoles, ni de otras plataformas o movimientos. No somos ni de derechas ni de izquierdas. Somos íntegramente tradicionalistas: contrarrevolucionarios militantes, católicos a machamartillo, españoles hasta la médula, defensores acérrimos de las libertades populares, monárquicos legitimistas.

Por eso, hoy como ayer, somos los tradicionalistas del siglo XXI frente a los liberales de la “alternativa social cristiana” que «afirman que, efectivamente, las leyes divinas deben regular la vida y la conducta de los particulares, pero no la vida y la conducta del Estado» (condenados ya en 1888 por la Libertas praestantissimum, 14) y al resto de nuevos europeizadores demócrata cristianos, neoliberales, socialistas, comunistas, tecnócratas, socialdemócratas, y toda laya de cofrades. El Carlismo reivindica la gloria de encarnar en el siglo XXI las doctrinas y el estilo humano de los hombres de Las Españas de siempre, pues el Carlismo no es otra cosa que la continuidad pura y simple de nuestras Españas, la pusillus grex, el pequeño rebaño de la Hispanidad, al decir de la Escritura (Lc12,32).

Los carlistas, ni dícense revolucionarios, ni juegan a llamarse socialistas, ni presumen de demócratas ni de liberales, aunque su sistema político entraña, en verdad, la única transformación social fructífera, la verdadera solución a los desórdenes sociales, el auténtico Gobierno del pueblo y la real garantía de las libertades de cada ciudadano. Los carlistas han llamado siempre y seguirán haciéndolo así a las cosas por su nombre. Y no niegan a Cristo ni a Las Españas, ni siquiera con disfraces de vocabulario demagógico, tan fácil como estéril. Se llaman a sí mismos lo que son: enemigos de las sucesivas fórmulas extranjeras que han sido el absolutismo, el liberalismo, el democratismo, el socialismo y fascismo. Con temple de Caballeros desprecian la demagogia y galantean a la sinceridad política, porque de Caballeros es ir proclamando a todos los vientos la verdad.

Como ayer, como siempre, como cuando hizo falta, por Dios, por la Hispanidad y el Rey Legítimo, somos carlistas a las órdenes del Infante de España S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, Duque de Aranjuez, Príncipe de Parma y de Plasencia, Antiguo Caballero Legionario, Regente de la Comunión Tradicionalista, Abanderado de la Tradición.

«In manu Dei potestas terrae,
et utilem rectorem suscitabit in tempus super illam».

«La potestad de la tierra está en manos de Dios,
y Él a su tiempo suscitará quien la gobierne útilmente». Eclesiástico, X, 4.

Señora Inmaculada de las gentes de España *
Señora Inmaculada de las gentes de España.
De victoria en Lepanto, de dolor en Rocroi,
rezada a flor de Espadas desde el mar de Corinto
a la ribera virgen del río Paraná.
¡Señora Inmaculada de los indios ingenuos
y del Hidalgo altivo y de la Inquisición!
Como ayer, como siempre, como cuando hizo falta,
España, de rodillas, te ofrece el corazón.

¡Señora Inmaculada del Pilar Jacobeo!
Consuelo de amarguras en empresas de amar.
El fruto que sembraste para la Fe de Cristo
salido de tus manos, ¿no había de granar?
¡Señora Inmaculada del Apóstol del Trueno,
de la hazaña difícil y la tribulación!
Viniste a Zaragoza para salvar a España,
y España, desde entonces, parece una oración.

¡Señora Inmaculada de los Picos de Europa!
¡Cuántos te parecían pues cuanta era su Fe!
Y vino de los cielos tu auxilio y la victoria
del Dios de las Batallas, del Santo, de Yahvé.
¡Señora Inmaculada de esperanzas de Patria!
Se eleva una plegaria de Asturias a Aragón.
Sus ecos en las rocas, los bosques y los muertos
hablaron en romance y hablaron en canción.

¡Señora Inmaculada de la Santa María,
de los vientos propicios y de la tempestad!
Temblando amor de Madre llegaste al nuevo mundo
y el indio fue el hermano y Cristo la Verdad.
¡Señora Inmaculada del santo Misionero,
de los Conquistadores y del Emperador!
Resuena aun el Caribe las voces de Triana
y rezan todavía los indios al Señor.

¡Señora Inmaculada del indio mexicano!
América es España, y España es para ti.
El inca y el azteca cayeron de rodillas
y fue el Ave María caricia en guaraní.
¡Señora Inmaculada de la Rosa de Lima,
de García Moreno, de la persecución!
Son hijos de españoles, amándote nacieron:
no saben de mentira, ni saben de traición.

¡Señora Inmaculada del Valle de los Muertos,
del niño asesinado y el viejo Requeté!
Ganaron la victoria, la sangre y el martirio
de la España de Cristo por la España sin Fe.
¡Señora Inmaculada del muerto por la vida!
En tus brazos de Madre morir es salvación.
Y la semilla santa rebrota en Patria nueva
con ecos del Prudente y voz de Calderón.

¡Señora Inmaculada de la historia de España!
Tú misma nos la hiciste y huele a santidad.
Derrotas son honores, que las guerras de Cristo,
se ganan en el cielo y allí está la Verdad.
¡Señora Inmaculada! Somos aquellos mismos
que siglos defendieron tu pura Concepción.
Como ayer, como siempre, como cuando hizo falta,
España de rodillas, te ofrece el corazón.

Francisco José Fernández de la Cigoña.
* Nuestro gran amigo don Francisco José Fernández de la Cigoña, en sus años universitarios, escribió con amor y con conciencia estos buenos versos.

miércoles, 2 de enero de 2008

LA C.T.C. DEL REINO DE NAVARRA EN LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA, PATRONA DE LAS ESPAÑAS




El pasado domingo 16 de diciembre la CTC de Navarra celebró su principal acto en Navarra, la "Fiesta de la Juventud Carlista" que por privilegio pontificio tiene lugar en Pamplona, desde principios del siglo XX, el domingo siguiente a la octava de su patrona la Inmaculada Concepción. Después de una Misa en la iglesia de las Agustinas Recoletas se realizó una ofrenda floral ante el Monumento a la Inmaculada del Rincón de la Aduana.

El Acto Político se desarrolló a continuación en el cercano Hotel Tres Reyes. Todas las localidades estaban llenas. Además de afiliados y simpatizantes de diversos puntos de Navarra acudieron representantes de las Juntas y Delegaciones de la Comunión de Guipúzcoa, Zaragoza y Vizcaya. En el Acto intervinieron el presidente de la CTC de Navarra, José Fermín Garralda, el secretario general, el también navarro Javier Garisoain, y la presidenta de la Comunión María Cuervo-Arango. Los oradores asumieron aspectos candentes de la vida social y política de Navarra y España.

José Fermín Garralda analizó la necesidad de que los padres de familia, en defensa y ejercicio de su patria potestad irrenunciable y en apoyo de los Centros educativos que han elegido para sus hijos, presenten su objeción de conciencia contra los Decretos del BOE traspasados al BON, que imponen la asignatura "Educación para la ciudadanía". Animó a todos los carlistas a sumarse, como muchos ya lo han hecho, a las iniciativas y plataformas sociales que defienden a la persona, la familia, los Centros educativos, y a los profesores, frente al estatismo totalitario que significa dicha asignatura, calificada ya por muchos como "Educación para la tiranía". Garralda, presidente de la Junta Carlista de Navarra, también planteó su crítica a los Administradores públicos que, en Navarra, están haciendo el juego al PSOE de Rodríguez Zapatero, y no reconocen las objeciones, frenan y maltratan a muchos ciudadanos y colegios, rebajándolos y creando para ellos una segunda o tercera categoría de "ciudadanos". Por este motivo los representantes de la CTC han asegurado que si se confirma el no reconocimiento de la objeción de conciencia de los padres pedirán la dimisión del consejero Pérez-Nievas.

Por su parte, Javier Garisoain afirmó que la misión del carlismo no es crear una especie de "catacumba confortable" para los convencidos sino que hay que salir a la calle sin miedo para construir una sociedad en la que se pueda vivir en paz y libertad. Dijo también que es importante respetar a todos los adversarios políticos porque al contrario de lo que predica el liberalismo, los carlistas piensan que son todas las personas y no todas las ideas las que merecen respeto. La CTC, como organización política, ofrece coherencia y proyección política a toda una serie de batallas dispersas que se están dando actualmente por parte de los católicos españoles. Garisoain también leyó una larga lista de agravios y decisiones "infumables" que han marcado la acción política de UPN en los últimos años y que demuestran cómo este partido ni siquiera representa las aspiraciones de la mayoría de sus votantes. Dentro de las iniciativas de la Comunión para 2008 el secretario general carlista anunció la decisión de la CTC de presentar candidatos al Senado en toda España en las próximas elecciones generales del 9 de marzo.

Finalmente, la presidenta de la CTC, María Cuervo-Arango, animó a los asistentes a continuar su labor en la sociedad y en la organización política carlista al servicio de sus conciudadanos, sobre todo en estos tiempos en los que se hace necesaria una voz clara y comprometida, un faro político que anúne a tantos españoles frustrados por la actual política liberal y socialista.

El canto del Oriamendi cerró el acto político y dio paso a una comida de hermandad en cuya sobremesa no faltaron la tradicional rifa de cestas de Navidad.

Vocalía de Prensa de la Junta Carlista de Navarra

Apdo. Correos 1268 - 31080 Pamplona

Tfno.: 629 203 900

navarra@ctcarlista.org

www.carlistas.es