Corre por la red la reciente intervención de Silvestre Zubitur, concejal del pueblo navarro de Leiza, en una reunión de dicho consistorio. Recuerdo que Leiza está en pleno territorio comanche, y como decía el mismísimo Capitán Palacios (el único y verdadero "embajador en el infierno") no es lo mismo defender ciertas ideas allí que hacerlo en una terraza de la calle Serrano frente a un par de cervezas.
Seas o no seas carlista, simpatices o detestes nuestras convicciones, no puedes dejar de leer el breve discurso. Es imposible extractarlo porque, como digo, no es muy largo y condensa magistralmente en pocas palabras cuatro o cinco grandes verdades. Simplemente destacaría este párrafo:
"Dejadme deciros una última cosa: vosotros queréis construir una patria con una ideología. Los carlistas nunca tuvimos una ideología, sino una patria que conservar, que merecer, que transmitir. Por eso, vosotros podéis haber visto en los carlistas de ayer y de hoy enemigos que no tienen cabida en vuestra patria soñada. Esa ventaja tenéis sobre nosotros: nosotros, sin embargo, os necesitamos, aunque vosotros creéis que no nos necesitéis, porque para reconstruir la patria, el pueblo, la vida en común no podríamos prescindir de nadie, porque todos estamos llamados a ayudarnos a vivir una vida más digna y más humana. Ésa es nuestra debilidad, pero ésa también es nuestra gloria."
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