Un año más, los carlistas andaluces se han dado cita para celebrar el tradicional acto de Quintillo. En esta ocasión, en la que se cumplían 78 años desde aquel Quintillo de 1934 en el que la Comunión Tradicionalista andaluza demostró en plena República su capacidad organizativa sorprendiendo a propios y extraños, el orador invitado ha sido D. Luis Hernando de Larramendi y Martínez. Abogado y vicepresidente de laFundación Ignacio Larramendi.
Principió la jornada con la Santa Misa en la iglesia de San Gregorio, a la que siguió el acto político en un hotel cercano. El lema elegido por la Junta regional de la CTC en Andalucía para esta ocasión ha sido "El Sistema es el problema", y a ello se refirió nuestro presidente regional, D. Manuel Onrubia Baturone, en sus palabras de introducción. Un lema, indicó, que aunque a alguno pudiera parecerle "copiado" de recientes movimientos sociales como el llamado "15-M", en realidad es una frase que ya la Comunión viene utilizando desde hace años. En este sentido recordó que bajo ese mismo lema organizó la CTC unas jornadas del Foro Alfonso Carlos I en el año 2005. D. Manuel Onrubia indicó que, en efecto, en estos momentos de grave crisis no sólo económica, sino también moral, se están mostrando con claridad los efectos de la perversión del sistema liberal, y argumentó cómo el Carlismo es el único movimiento capaz de dar una respuesta y de suponer una alternativa a ese sistema.
Acto seguido, y tras la presentación del orador invitado, tomó la palabra D. Manuel Chacón-Manrique de Lara y Castilla, tesorero de la Junta regional, quien en una vibrante disertación se detuvo en analizar dos hechos recientes ocurridos en nuestra región. El primero de ellos, las recientes elecciones andaluzas, en las que el Sistema liberal ha evidenciado una vez más su inconsistencia, con un partido (PP) que a pesar de ser el que más votos ha obtenido no gobernará la región, otro partido (PSOE) que a pesar de los escándalos de corrupción y de mal gobierno continuará al frente de la Junta de Andalucía, y un tercer partido (IU), que sin apenas obtener votos será quien realmente tenga la "llave" para el gobierno en Andalucía. Una situación ridícula que sólo puede darse en un sistema político como el liberal.
También hizo referencia el tesorero de la CTC a los recientes actos de conmemoración de la Constitución de 1812, la "Pepa", en la que, a espaldas del pueblo, una minoría impuso en España un texto legal que venía a consagrar aquellas ideas traídas desde Francia por las huestes de Napoleón contra las que precisamente el pueblo español estaba levantado en armas en aquel momento. D. Manuel Chacón-Manrique de Lara explicó que el liberalismo destruye las patrias para convertirlas en "naciones" y trastoca a los pueblos en "ciudadanía", conviertiéndolos en un ente manipulable desde el Poder ejercido por los gobiernos liberales. El tesorero de la Junta Carlista de Sevilla recordó la incompatibilidad del ser carlista con prestar apoyos a partidos del Sistema liberal, que son agentes y artífices de la situación en la que está sumida España, e incidió expresamente en el Partido Popular, que, frente a que algunos lo presenten como el "mal menor", en realidad es un elemento más del problema. Un partido que, entre otras cosas no derogará las leyes abortistas, no eliminará asignaturas como Educación para la Ciudadanía, o no abolirá leyes com la del mal llamado matrimonio entre personas del mismo sexo. Por último, D. Manuel Chacón-Manrique de Lara animó a los presentes a tomar conciencia de la importancia de contribuir al Carlismo, con su afiliación, con sus cuotas, con su presencia en nuestro círculo carlista Virgen de los Reyes, y de la responsabilidad que tenemos como carlistas en el momento presente.
Tras la intervención de nuestro tesorero regional, tocó el turno de D. Luis Hernando de Larramendi, que comenzó su intervención con dos evocaciones de Quintillo. La primera de ellas, una de sus tiempos de juventud, en los que acudió a un acto de Quintillo a principios de los años 70, y de las actividades que en torno a ese acto se realizaron -manifestaciones, lanzamiento de pasquines en la plaza de toros de la Maestranza…-. La segunda de las evocaciones se refirió a aquel Quintillo de 1934 en el que los carlistas andaluces, con personas como D. Manuel Fal Conde o D. Enrique Barrau, hicieron posible un renacer de las cenizas a un Carlismo que entonces estaba "agonizante". Nuestro orador invitado inició así un repaso por lo que fue, es y debe ser el Carlismo.
Con brillante verbo fue desgranando cómo aquellos carlistas que se levantaron en armas en sucesivas guerras contra el liberalismo, no eran personas ideologizadas, sino que simplemente reaccionaron de manera natural contra los ataques a sus libertades concretas, a su modo de vida y a todo lo que percibían como un bien tangible. Los ataques a la Religión y a la Iglesia, que ayudaba a la sociedad con la beneficencia, que instruía en las escuelas y que enseñaba la Doctrina que vinculaba a las personas con la Providencia y con el legado espiritual que dejaron en herencia las generaciones precedentes; los ataques a los bienes comunales, con actos como las sucesivas desamortizaciones, que privaban al pueblo de los bienes que disfrutaban en comunidad para, tras el expolio, pasar a manos particulares… todo ello a cambio de promesas de "libertad" en abstracto. Ese ataque a las libertades concretas que disfrutaban las personas, era precisamente lo que provocó los sucesivos levantamientos carlistas.
Analizó D. Luis Hernando de Larramendi también el enorme esfuerzo del Carlismo en su aportación a la Guerra de 1936-39, con los tercios de Requetés, y cómo ese esfuerzo en los campos de batalla para Luchar por Dios y por España, paradójicamente dejó al Carlismo sin capacidad para hacer llegar su doctrina a la política en la época de posguerra, convirtiendo al Carlismo en el vencido en el campo de los vencedores. Analizó la persecución a la que fue sometido el Carlismo, y mencionó como hecho representativo el exilio al que fue forzado D. Manuel Fal Conde por Franco bajo amenaza de un consejo de guerra.
Posteriormente hizo un repaso del cuatrilema carlista y su vigencia, pues pertenece al ser natural de la sociedad, y mencionó las dificultades de conseguir llevarlo a la práctica en las circunstancias actuales, con la realidad de una sociedad cada vez más desalmada, no en el sentido de malvada o cruel, sino en el de que males como el materialismo y el hedonismo están arrebatando el espíritu, el alma, de los pueblos, animalizándolos. Enlazando con este asunto leyó un texto de su abuelo, el insigne tribuno D. Luis Hernando de Larramendi, que fuera secretario político del Rey D. Jaime y fogoso orador y propagandista carlista. El texo puede leerse íntegro pinchando en el siguiente enlace: http://andaluciacarlista.com/wp-content/uploads/quintillo2012textoluishlarramendi2.jpg
Finalizó D. Luis Hernando de Larramendi su intervención haciendo un llamamiento contra el desánimo. A pesar de que ahora mismo el Carlismo se vea numéricamente reducido, que el acceso a las instituciones políticas sea prácticamente imposible y que ese intento pueda implicar un esfuerzo ingente y estéril, el Carlismo, los carlistas, tienen el deber de mantener viva la llama, para continuar siendo una referencia a la que puedan acudir los españoles en los momentos críticos, un asidero al que agarrarse en tiempos de tempestad. También animó a no convertirse tanto en un permanente "anti", como en el mostrar una actitud alegre y optimista, pues la alegría se contagia y servir así de fermento en la sociedad. Ya en el pasado el Carlismo se dio muchas veces por muerto, y siempre resurgió con vigor.
Finalizados los discursos y tras el canto del Oriamendi, se homenajeó a nuestro invitado con una comida en el mismo hotel, y a su conclusión todos los presentes nos reunimos en el Círculo Carlista de Sevilla, donde compartimos entrañables momentos de convivencia entre carlistas: tapas, cafés, copas y canciones carlistas hasta bien entrada la tarde-noche. Allí, en el salón del círculo, el presidente de la Junta regional hizo entrega a D. Luis Hernando de Larramendi de un cuadro conmemorativo de su intervención en Quintillo y le manifestó nuestro agradecimiento por haber podido contar con él en esta ocasión.
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