En cien años de protesta
contra la Revolución,
no ha logrado doblegarnos
frente a frente ni a tración.
Aunque ha urdido mil engaños,
uno a uno han muerto ya,
y los vence. Viva siempre
nuestra Legitimidad.
Somos los cristianos viejos
de española Tradición.
No entendemos de partidos
en la Santa Religión.
Damos la vida a la Patria
por su intangible unidad
y la sangre por los fueros
de la vieja libertad.
Luis Hernando de Larramendi (1882-1957)